4 feb 2011

La cárcel. Último refugio de los ancianos japoneses

La noche estrellada de Vincent van Gogh 1889


"De un brinco había saltado por encima de los muros de la cárcel y había llegado, a través del cielo de California, a las estrellas."

El vagabundo de las estrellas de Jack London

Acabo de releer una novela, que cayó en mis manos hace aproximadamente siete años, y que me fascinó por completo. Se trata de "El Vagabundo de las estrellas" de Jack London. Trata de los últimos años de vida de un hombre encarcelado y maltratado, en una celda incomunicada y en total oscuridad,  sumido bajo la presión de una camisa de fuerza que le impedía la movilidad. En sus largos días de sufrimiento, consigue llegar voluntariamente a un estado de trance o mejor dicho de "muerte en vida", que le permite transportarse a otras vidas pasadas, vividas por el mismo.

Leo con asombro, la columna de Carlos Carnicero en el Periódico y la misma noticia en La Vanguardia, sobre un informe de la policía japonesa, en el que se hace referencia al alarmante aumento de la delincuencia por parte de jubilados y ancianos. Uno de cada cuatro robos es perpetrado por un "abuelo". Para huir de la soledad y del abandono, muchos de ellos provocan su carcelación voluntaria, esperando un techo, comida y compañía, aunque sea entre rejas.

Entiendo que estos hombres desesperados, buscan de alguna manera la libertad del espirítu, que no la del cuerpo. Como Darrell Standing, protagonista de la novela, en la soledad de una celda estos hombres encuentran, en sus últimos años de vida, un espacio de tránsito que les permite huir del mundo terrenal, para irse incorporando gradualmente, al mundo de las estrellas. Gran paradoja, la cárcel nos acerca a la libertad.

El cuadro que os presento, muestra una vista durante la noche, desde una ventana del sanatorio de Saint-Rémy-de-Provence donde estuvo recluido Vincent van Gogh, al final de su vida. La curioso de este cuadro es que la pintura es la interpretación de un recuerdo. Pintó por la mañana, desde la memoria, la impresión de la noche anterior. Pintó después del sueño, la libertad de las estrellas en el firmamento. Quizá, uno de estos cuerpos celestes que brillan en la oscuridad es el espíritu de Darrell Standing, o mejor de Jack London, aunque todavía no había muerto, o sí, en vida.

"El espíritu es la realidad que perdura. Yo soy espíritu y subsistiré. Yo, Darrell Standing, que he habitado infinidad de cuerpos, escribiré unas cuantas líneas más de estas memorias y me extinguiré".


Jack London 1876-1916


2 comentarios:

  1. ENLACE DEDICADO A TODOS LOS QUE NOS SENTIMOS VIEJOS
    http://www.youtube.com/watch?v=52wKEPgiE7A&feature=related

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  2. Bonita y cruel paradoja , a este paso todos nos convertiremos en delincuentes para conseguir " estabilidad " entre rejas !

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