Buscando información sobre containers aplicados a la arquitectura hemos topado con esta obra, cuando menos curiosa. Aplica soluciones fáciles para unas condiciones de partida complicadas.
Los arquitectos Silvia Mertens y Pieter Peerlings vieron la oportunidad de desarrollar el proyecto de su casa y la sede para sus negocios, sculp(IT), en este curioso emplazamiento de la ciudad de Amberes en Bélgica, en un espacio de tan sólo 2,40 metros de ancho.
Cuatro historias, intercaladas estrechamente entre dos edificios, secuenciadas en plantas superpuestas. En la planta baja la oficina; el segundo piso el comedor; el tercer piso la sala de estar y el cuarto piso el dormitorio.
La fachada del edificio es vidriada y abierta por completo al mundo exterior. De hecho, es como un gigantesco escaparate para transeúntes, en un ejercicio extremo de exhibicionismo voluntario.
La vida y los efectos personales quedan enteramente a la vista, ofreciéndose con total honestidad. El edificio es una lámpara en los callejones oscuros del Red Light District de Antwerp.
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