26 sept 2011

Casa en Santa Mónica. Frank O. Gehry

Fotografía: Frank O. Gehry & Associates

Será la crudeza de la crisis por lo que últimamente se difunden con más fuerza los mensajes apocalípticos sobre el fin del estado del bienestar. La crisis nos obligará a replantearnos las bases de nuestra sociedad del consumo, en la que estamos plenamente abducidos y de la que somos completamente dependientes. La crisis de hoy no es tan sólo un bache cíclico pasajero, es un auténtica revolución que obligará a un cambio de valores en todos los estamentos de la sociedad.

En tiempos revueltos brotan los profesionales omnipresentes, y sobre todo los pseudoprofesionales, que venden alternativas parciales. En la construcción en general y en la vivienda en particular, nos repiten hasta la saciedad los mismos mensajes como si fueran la panacea acabada de inventar. Conceptos básicos como el reciclaje, la ecología y la sostenibilidad fueron tratados con criterio hace décadas por profesionales despiertos motivados por el compromiso. Lo de hoy es otra cosa. Se necesita un cambio profundo, un cambio de actitud, un compromiso real que anule de una vez por todas la pose, la fachada coloreada y luminiscente "de bajo consumo" vacia de contenido, o el collage superficial con "materiales verdes" que no aporta ningún valor añadido, o...  

Os presento una obra ejemplar. Gehry diseñó su propia casa en Santa Mónica entre 1977 y 1978. No era una casa de nueva planta. Partió de una pequeña casa de estilo colonial que reformó integramente para, entre otras cosas, darle identidad. Lógicamente, entre el vecindario de clase media acomodada, el resultado despertó el rechazo más enérgico e incluso llegó a sufrir agresiones y un tiroteo.

Gehry presentó, con toda la intención, una reforma realizada a partir de la integración de residuos y de materiales convencionales aplicados en otros contextos. Los componentes utilizados son elementos dispares que no tienen presencia destacable por si mismos, pero que presentados con intención adquieren una nueva dimensión. Tuvo el acierto de exhibirlos dignamente, dándoles una nueva concepción, con lo que, más allá de la estética el edificio se presenta como una obra de arte que paradójicamente se puede utilizar. La casa original mantiene su aspecto mientras un nuevo envoltorio a base de chapas onduladas, mallas metálicas y contrachapados la recubre para crear en conjunto una nueva Arquitectura.


Fotografía: Frank O. Gehry & Associates

Fotografía: Frank O. Gehry & Associates

1 comentario:

  1. Bue... que paradoja tan grande, reciclo materiales en su casa (que de echo como para no ser rechazada si has de parecer un gallinero) e inversamente a su "intención ecológica" en su obra maestra de Bilbao utilizo el titanio como una simple envolvente decorativa, teniendo en cuenta lo costoso y finito que este material.... La arquitectura debe agradar pero sobre toda las cosas ser coherente entre lo que decimos y lo que hacemos con ella, un ejemplo de esto es Oscar Niemeyer y no Frank Gehry
    Saludos

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