16 ago 2012

Vivienda extrema en las Islas Aleutianas (Alaska)



Ayer leí en La Vanguardia un artículo que me llamó la atención. Un grupo de arquitectos españoles, Taller Abiertoha ganado un concurso para construir una vivienda modelo en Atka, un pueblo de 61 habitantes en las Islas Aleutianas (Alaska). La edificación debe ser autosuficiente, es decir, consumo cero de energía que no sea renovable y el empleo de materiales reciclables y tecnologías limpias.

Reconozco que no tenía ni puñetera idea de donde se encontraba esta población, ni tan siquiera las Islas Aleutianas en donde se ubica. Gracias a mi ignorancia he tenido que tirar del Google maps para situarme y comprobar algunas características de su orografía. Temperaturas extremas, fuertes rachas de viento y contínuas tormentas son las características destacadas de este clima indómito.

No tengo suficientes elementos de juicio para valorar la propuesta, que por otra parte parece interesante, y no quiero ceñirme a la crítica fácil desde el desconocimiento que consiste en cuestionar sistemáticamente cualquier solución alternativa, aunque se me haga difícil de entender que los "materiales reciclables" (acero, zinc, aislamientos) empleados se puedan reciclar en un lugar así, salvo que en la zona haya una fundición o una planta de tratamiento de residuos que lo permita, cosa que parece improbable.


Un amigo acaba de llegar del norte de Groenlandia (a unos cuantos miles de kilómetros al norte de las Aleutianas) y me explica las excelencias de la arquitectura popular del lugar. La vivienda tradicional es el iglú (del inuktitut iglu). Son refugios construidos en forma de cúpula, mediante la superposición de bloques de hielo dispuestos en espiral y cada vez más pequeños, recortados por un lado para conseguir una iclinación gradual hacia el interior. Una vez finalizada la estructura se recubre con nieve suelta para sellar las juntas y se practican unos orificios de ventilación que favorezcan la ventilación cruzada. La forma esférica, de por sí, favorece el aislamiento de la vivienda, conservando una temperatura interior entorno a los 15ºC, frente a temperaturas exteriores de -40ºC. Recordar que esta forma, frente a las demás, es la que menos superficie de contacto tiene con el exterior a la hora de aislar un mismo volumen. Quizá por ello, lo esquimales tiene una fisonomía tan particular adaptada al medio. Con la cúpula finalizada, se excava un orificio bajo la superficie que actúa de entrada y de sumidero frío, es decir, que el aire del interior que está más frío tiende a descender y es reconducido al exterior, dejando el interior con aire más templado. En ocasiones los iglus se revisten con pieles de caribú para preservar una capa de aire frío por encima de los bloques y evitar así que se deshagan. En el interior se prepara una plataforma para hacer vida y dormir, revestida por una capa de huesos, palos o remos que aislan del contacto directo con el hielo.

La arquitectura popular siempre ha ido por delante, porque además de las soluciones geométrícas y de la experiencia acumulada en el diseño constructivo siempre se ha adaptado al paisaje, y los materiales del lugar han sido utilizados con extrema eficacia. No sé, tengo la impresión que desde entonces hemos avanzado poco.

Mi reflexión es otra. ¿Es la mejor opción aplicar un modelo de vivienda en una población con 61 habitantes, donde por otra parte se me antoja difícil que haya dos familias con las mismas necesidades?. Dado la permanencia de este asentamiento ¿Tiene sentido construir un modelo de carácter "nómada"?. ¿No sería más interesante realizar un proyecto conjunto, en el que se concentraran los servicios comunes y sistemas de captación de energía renovables?. Valorando la "exclusividad" del lugar ¿No sería más acertado una construcción integrada en el paisaje huyendo de la imagen estereotipo de las estaciones meteorológicas que siembran los polos?...

Felicidades al equipo ganador, finalistas y seleccionados.

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