De un tiempo acá, el trabajo de los profesionales liberales está infravalorado. Por unos honorarios paupérrimos acabas asumiendo más trabajo del que te corresponde y, en ocasiones, acabas trabajando por amor al arte. Como a mi "el arte" me apasiona, a veces, decido trabajar directamente gratis, y aún así, no son pocas las ocasiones en las que no recibes ni un simple agradecimiento.
